.
CORCHETES

b) En poesía, el corchete de apertura se sitúa delante de las palabras finales de un verso
para indicar que no cabe en la línea anterior y se continúa, alineado a la derecha, en la
siguiente:
Y así volvieron los tibios recuerdos
a imprimir su orden en el oscuro
[silencio.
c) En la transcripción de un texto se usan los corchetes para enmarcar una aclaración,
alguna adición, el desarrollo de una abreviatura, alguna corrección o enmienda, es decir,
secuencias que no se encuentran en el original sino que proceden del editor o persona que
transcribe el texto, con el fin de completar la información o corregir errores, usos en los que
alterna con la antilambda (OLE, p. 372). Los siguientes ejemplos están extraídos de la
Ortografía:
«Hay otros [templos] de esta misma época de los que no se conserva prácticamente nada».
«Acabose de imprimir el A[nno] D[omini] de 1537».
«Subió la cue[s]ta con dificultad. [En el original, cuenta]».
También en la escritura general se pueden utilizar estos signos con el objetivo de
intercalar aclaraciones personales.
Hay que tener en cuenta que al desarrollar una abreviatura, no se ha de dejar espacio de
separación entre el corchete de apertura y la letra que lo precede: etc[etera].
d) Para encerrar transcripciones fonéticas y no fonológicas. Para las segundas se emplean las barras. e) Se pueden usar tres puntos entre corchetes para indicar, cuando se transcribe un texto, que se ha omitido una parte de él, ya sea una sola palabra o un fragmento. En este caso, aunque se prefieren los corchetes, también pueden utilizarse los paréntesis.
d) Para encerrar transcripciones fonéticas y no fonológicas. Para las segundas se emplean las barras. e) Se pueden usar tres puntos entre corchetes para indicar, cuando se transcribe un texto, que se ha omitido una parte de él, ya sea una sola palabra o un fragmento. En este caso, aunque se prefieren los corchetes, también pueden utilizarse los paréntesis.
Comentarios
Publicar un comentario